Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).- Las hembras los prefieren músicos. Buenos músicos de preferencia. Es la ley que rige en el mundo de la naturaleza cuando de cacatúas se trata. Aunque no es cualquier cacatúa, es la enlutada Probosciger aterrimus, una especie de ave psitaciforme de la familia cacatuidae, que se caracteriza por poseer un plumaje oscuro en su cabeza parecido a un mohawk muy punk y unas mejillas rojas.

Esta no es su única particularidad, ya que estas cacatúas atraen a las hembras según el macho que mejor emita sonidos con una rama contra un árbol.

El ave macho debe intentar con diferentes “baquetas” o palos extraídos de árboles para quedarse con la que mejor suene, y cuando finalmente la encuentra, emite los sonidos con ayuda de su pico, sus garras y con cierto ritmo.

De la misma rama obtiene partes más delgadas que asemejan a la paja y las coloca dentro de un tronco hueco. Si la hembra está impresionada con la interpretación sonora, ambos irán al nuevo nido y se reproducirán.

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Damon Albarn lo hace, la poeta Margaret Atwood también, Sir Paul McCartney, Fidel Castro, Agatha Christie lo hizo, Jarvis Cocker de la banda Pulp gusta de practicarlo, Cameron Diaz, Wes Craven, Mick Jagger, el actor Steve Martin… y una interminable lista de personalidades que gustan de observar aves como hobby.

Y ellos son los contemporáneos, pero la actividad del birding se realiza desde el siglo XVIII y este hobby dio inicio en Inglaterra. Observar aves es una actividad que parte del estudio de aves y de la historia natural, pero sobre todo porque se relacionó con la idea de conservación de estas especies.

La Sociedad Audubon de Inglaterra se organizó con aquellas personas interesadas en las aves para oponerse a la caza de aves. Propuso que en vez de matar ejemplares para identificar las especies –ya que se pensaba que era la única forma –se dedicaran a perseguir a estos animales y reportar avistamientos de las aves.

La actividad llegó a Estados Unidos y Canadá y terminó por popularizarse después de la década de los años 30 con vastas guías ilustradas. Lo que inició como un hobby, catapultó la actividad durante el siglo XX al aumentar la cifra de personas en países de desarrollo que empezaron a hacerlo también.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció que el 9 de mayo se celebraría el Día Mundia de las Aves Migratorias desde 2006 para sensibilizar e inspirar la conservación en todo el mundo de las aves migratorias, como de sus hábitats. Un tema que está muy olvidado en México a pesar de poseer el 11 por ciento de todas las especies de aves que se han registrado en el mundo.

La ONU invita al público en general a unirse al festejo, sea mediante la organización de programas educativos, conferencias, excursiones de observación de aves, visitas a infraestructuras de producción de energía respetuosa de las aves, exposiciones de arte y otros eventos públicos.

En algunos países esta actividad es tomada muy en serio, pues se realizan competencias y las personas adquieren equipos con lo último de la tecnología que les permita mejorar su habilidad; algunos recorren tours de 5 días para coleccionar la mayor cantidad de aves vistas.

Y como dice la canción de la banda norteamericana, Eels: “no puedo mirar a el lanzamiento de un cohete, a las esposas trofeo de los astronautas y no escucharé ni una palabra de lo que dicen, porque me gustan las aves“. Así que durante rallys, es lo único que buscan.

Otros se dedican a realizar jornadas de diferente tiempo que les permita coleccionar avistamientos de la mayor cantidad de especies:

El Gran Día: donde equipos se reúnen y tienen 24 horas para identificar varias aves.

El El Gran Año: Individuos invierten dinero y tiempo durante todo un año para coleccionar la identificación de la mayor cantidad de especies que se pueda.

La Gran Estancia: donde los observadores de aves o “birders” deben ser a los animales desde un perímetro preestablecido.

A estas alturas ya se tiene un conocimiento a nivel experto sobre las temporadas adecuadas en las que se debe hacer el birding según las regiones geográficas, así como las migraciones de las especies.

BIRDERS EN MÉXICO

México alberga el 11 por ciento de las aves en el mundo y el 10 por ciento son endémicas. México es el segundo país de América con más especies de aves endémicas con 125 registradas hasta 2008, después de Brasil y antes de Perú.

En el país están registradas por lo menos 39 organizaciones que se dedican a la observación y realización de tours con el fin de identificar aves, actividades identificadas en la República como “pajarear”.

En términos económicos la actividad de observación de aves dejó por lo menos 23.9 millones de dólares en un año en comparación de la cifra que dejó la captura de aves que fue de 442 mil dólares en el mismo lapso. Esto significa que el birding vale 54 veces más que dedicarse a la captura de estas especies.

“Está creciendo mucho, hay mucha más gente que hace 5 años , hacemos tours para conocer especies mexicanas, para los mexicanos aunque son pocos clientes, la mayoría son para extranjeros que vienen a México; llevamos a la gente a “pajarear” en todo el país”, explica Manuel Grosselet, especialista en aves terrestres y Presidente de Tierra de Aves en México.

Grosselet afirma que México es un país clave para los birders, pues en 15 días se puede hacer la identificación de más de 400 o 500 pájaros, además que permite ver aves curiosas y sobre todo endémicas, por lo que es una nación por la que tienen que pasar a fuerza.

La mayoría de los clientes que adquieren tours para ver aves, acuden a Oaxaca, a Chiapas y a Veracruz, que son los principales estados donde se puede practicar esta actividad, seguidos de Nayarit, Jalisco, Sinaloa, Colima.

Manuel destaca un asunto importante que ocurre en la cultura y sociedad mexicana: los pasatiempos.

“En México es complicado, en el sentido que el hecho de pajarear es como una noción que no bien vista, la gente está cerrada. Está creciendo a través de la fotografía, pero pajarear no es muy común entre la gente. Crece en el mundo estudiantil, donde hay más interés, pero es algo nuevo en México”, explica el experto.

Tierra de Aves ha buscado contactar compañías para ofrecer estos tours como un incentivo para hacer algo nuevo, pero no forma parte de la cultura mexicana todavía, asegura Manuel.

“Es algo cultural, la prioridad de los mexicanos es la estabilidad económica y cuando eso llega, quieren tranquilidad para hacer otros pasatiempos. Lo que les gusta lo ponen aparte, porque la gente en México está más enfocada a buscar tranquilidad económica y después cosas laterales, como observación de pájaros”, puntualiza el también ornitólogo especializado en aves de Europa y América del Norte.

Finalmente, lamenta que México tiene mucho potencial sin desarrollar, pues existe poca infraestructura y vías para realizar el birding. Hay países como Costa Rica y Colombia que tienen más elementos para llevar la actividad a cabo.

Destaca que en México resalta más los destinos turísticos de manera cultural como las playas, pero no las aves, que pueden atraer mucha gente.

“Es una falla del gobierno que no considera este tema como tema clave de manera económica, pero también del lado de la conservación. Si la gente de México tiene ingresos con sus recursos naturales, vamos a conservar el país”, analiza Grosselet.

En el mundo existen numerosas organizaciones que se dedican a mantener una red conectada y bien implementada. En el Reino Unido está el Fideicomiso Británico para la Ornitología y la Real Sociedad para la Protección de Aves. En Estados Unidos existe la Asociación Americana de Birding y el Laboratorio de Ornitología de Cornell. BirdLife International es la alianza global más importante de todas las organizaciones dedicadas a la conservación de aves.